Me gusta pensar en esto porque argumenta la razón por la cual las personas tenemos diferencias o antagonismos. Sabemos de sobra que crecemos realmente solo cuando superamos la dificultad. ¿Pero qué pasa cuando esta dificultad es la ofensa de un hermano o la traición de un ser querido?.
Superar estas tragedias individuales, perdonar (que reconocemos como Don Divino), eso es verdadera aproximación a ser más grande. Así crecemos.