Santa broma

 A veces siento como que juegan conmigo, casi percibo un diálogo cómplice con sus miradas picarescas entre sí... "este camba tiene que aprender" ¿será ese el asunto? Al fin y al cabo de eso se trata esto, de aprender. Pero mientras tanto yo aquí, sumido en una angustia y padecimiento que consumen el 80% de mi CPU y algo similar con mi memoria primaria, mi inteligencia natural no alcanza para estos instantes.

Ya parenle un poco, santos maestros, si no me esforcé suficiente al menos me reusé tozudamente a caer en la tentación de lo deshonesto, parenle con la santa broma, estoy afligido y ella más que yo, y ese solo hecho me desgarra.

Cuando hace falta ser un "crack"


Como apasionado del fútbol sé reconocer la diferencia entre un buen futbolista y un "crack". Los buenos futbolistas hacen espectáculos agradables y honran la técnica deportiva, cumplen con su deber y sin duda logran campeonatos para su club. Existen muchos buenos futbolistas con esta etiqueta tan honrosa, generalmente son recordados por sus dotes y por su aporte en los elencos de los que fueron parte, sin embargo también suelen ser olvidados.


Un crack es sin duda un buen futbolista, necesita serlo, pero eso es solo el comienzo. Este tipo de genio es el encargado de llevar el deporte a niveles desconocidos, liderar, motivar, conducir hacia la gloria a un equipo de recursos técnicos y económicos limitados (Maradona en el Nápoles de la década de los 80s), en definitiva hacer historia. Un crack tiene cualidades más allá del fútbol como por ejemplo el don de llevar a una hinchada al delirio total o el de inspirar a sus compañeros de equipo para ir más allá de rendimiento habitual. Un crack inscribe su nombre en los corazones, no solo de su hinchada ocasional, levanta ovaciones incluso de sus rivales y su nombre e imagen serán recordados por siempre.

Recuerdo el análisis de un periodista deportivo (era un buen periodista y por eso no recuerdo su nombre) sobre algunas jugadas habituales de Ronaldinho "Gaúcho" que parecía jugar a una velocidad superior a los rivales por el simple hecho de poder recibir un pase y proyectar la siguiente jugada con el mismo movimiento, osea no había el ejercicio de recibir el balón, dominarlo y avanzar o hacer el pase a otro compañero, no, el hacía TODO esto en un solo movimiento y con una sutileza que de paso desconcertaba generando el típico "descoloque" que deja tan mal parados a los oponentes. Por supuesto esta es una de esas cualidades que casi todos los cracks la tienen. Otro caso notable es el uruguayo Edinson Cavani, muchos hemos visto estupefactos y agradecidos cómo en el área rival puede anotar con un solo toque a la pelota tras recibir el pase (que muchas veces es un verdadero "ladrillo"), osea: recibir, dominar, apuntar y "fusilar" a la primera, una anotación perfecta en un solo despliegue acrobático. Es como la física cuántica presente en una jugada de fútbol.


No quiero ahondar más en el análisis futbolístico, solo deseo resaltar este fenómeno: una habilidad innata para resolver una situación de encrucijada con un solo ademán o movimiento y salir airoso y con ventaja para la siguiente jugada.

Ahora quiero extrapolar este fenómeno futbolístico (aunque recurriré a la analogía de manera reiterativa) al ámbito de la política porque creo que Bolivia ahora vive una situación de encrucijada tal que una "buena jugada" no alcanza para salir de ella. Aquí se viene hablando de "voto útil" y realmente esto que quiero considerar va más allá de mi militancia cívica (nunca política). Se ha propagado la versión de que lo que aquí importa es "expulsar definitivamente al masismo" y debemos hacer lo que sea para ello.

Osea, más o menos así: tengo delincuentes en mi casa y debo incendiarla para asegurarme de expulsarlos.

¿Suena exagerado verdad? pero reflexionémoslo de nuevo: lo importante es acabar con el masismo.

Creo que abrazar este argumento exonera de tener propuestas políticas de una manera magistral y PE-LI-GRO-SA a ciertos aspirantes al poder, que dicho sea de paso no son tan ajenos a lo que ya vino sucediendo en el anterior régimen (que aún no se termina de ir), de hecho fueron hasta socios políticos.

Hoy, de manera muy particular, me siento movido a avivar la causa que nos llevó a

iniciar una cruzada épica hace un año, en las que la mofa de un dictador soberbio terminó bautizándonos como "La revolución de las Pititas". Fueron días de valentía, sacrificio, poesía, vecindad, solidaridad, luto, pero por sobre todo: esperanza y fe sin credos. Le contaré orgulloso a mis nietos lo que viví junto a mis vecinos y familia en esos días en la que la incertidumbre y el miedo fueron solo una picazón comparadas a la majestuosa convicción de que VENCERÍAMOS a la tiranía ¿Se acuerdan? así lo hicimos y tuvimos un líder para semejante causa.

Así es compatriotas, estamos por recibir el pase y se viene realmente como un "ladrillo", ese pase apurado que le lanza su medio campo a Cavani, porque no todos son cracks, entonces este debe definir así como viene. Los bolivianos debemos hacer ahora mismo, la jugada del crack: tumbar al régimen mañudo que instauró el antivalor y la desvergüenza y al mismo tiempo proyectarnos a la siguiente etapa que es la restauración PRONTA de nuestra democracia e institucionalidad. Tenemos que anotrar "de volea".

Aquí no hay "saquemos al masismo primero" y después de CINCO AÑOS recién fijarnos en la letra chica de las propuestas, ¡no señores! la mala hierba se hiergue en mucho menos tiempo y vamos atener que recuperar y salir de nuevo desde abajo con el árbitro en contra ¿Acaso no se acuerdan? estuvimos jugando en la peor de las desventajas, si, aquellos que queríamos jugar limpio con esfuerzo y "fair play", hicimos eso y se CAGARON en nosotros, ahora estamos de contragolpe y con nuestro delantero perfilado, sabemos perfectamente que lo podemos definir para ganar finalmente.

Hay un match que ganar para clasificar en este campeonato porque lo que queremos es eso, clasificar, porque la cosa no acaba aquí, el bienestar y el progreso lo tenemos que alcanzar aún, así como se logra un título. Y en este partido tan desventajoso nos tuvimos que ir al alargue, hay cansancio, nuestras figuras se han sacrificado mucho en este partido que parece interminable y sigue empatado después de nuestra remontada de hace un año ¿por suerte teníamos banca no? y de lujo, jóvenes en gran condición y con sed de victoria.

Desde  lo más profundo de mis convicciones y los mejores valores que me enseñaron mis padres, yo solo les pido votar con osadía y determinación, no es tiempo de tibiezas, esto ya pasó antes, "votar para botar" y luego ver qué pasa, fue una estrategia arriesgada de "tiremos la pelota para perder tiempo" que no nos funcionó, nos llenaron la bolsa y de paso nos lesionaron y expulsaron a nuestros veteranos.

A mi ya no me importa el resultado, porque estoy jugando a ganar o morir.








Destello de amor

Me enamoré de ese instante,
de un destello de tiempo anclado en un pedazo de paraíso.
Pero como si no fuera suficiente
ahí estuvo esa sonrisa
y me volvió un esclavo
y me volvió un amo del universo,
recorrí el cosmos "de pe a pa"
y entonces decidí permanecer aquí,
espectador de su sonrisa, con todo,
con su color y su música,
para gozar y danzar,
a ese son, por siempre...
la amo.

💓😘

Usado/Nuevo

Alguna vez me toca renovar un artefacto, por ejemplo un celular -este aparato se cambia mucho últimamente-, lo sorprendente de este hecho es ver la "fragilidad" que envuelve al objeto nuevo, hasta parece que la yema de mis dedos lo puede rayar. Claro, ese es el S.O.N. (Síndrome de objeto nuevo, la sigla la inventé), y no afecta al artefacto, afecta al ser humano por supuesto.

Pero el tiempo y la magia del uso harán un trabajo de fortalecimiento natural, llegará un momento en que se vuelva irrayable, irrompible y hasta se podrá quedar solito por ahí sin extraviarse. Es el encanto de las cosas viejas adornadas por las marcas del buen uso, se vuelven libres, o más bien "me vuelven" libre.

¿Perdón?

¡Dios mío perdóname!. Es una expresión que conocemos mucho y que, dependiendo de mi credo o adherencia religiosa, puede resultarme suficiente para dar por superado un impase de relación, por lo menos en el plano racional. Pero pedir perdón a Dios es solo un ejercicio, una práctica para que algún día el músculo de la humildad se desarrolle y me haga capaz de pedirle perdón a quien realmente lastimé u ofendí. Lograr el perdón de Dios no parece ser una gran hazaña, pero el de un ser mortal como cualquiera, ese perdón es distinto.

El último abrazo

El día en que mi Padre partió para siempre sentí que mi alma se oscureció, el dolor me quebrantó por primera vez y me dejó cubierto en un manto de tristeza. No es sino hasta ahora que encontré una expresión que refleje lo  que viví y lo que aun viviré en ausencia de mi Padre que para mi fue protector, maestro, amigo y fuente de inspiración.

Muchos estuvieron a mi lado en el dolor, a todos mi gratitud de por vida y sepan que  pude sentir a cada uno, porque fueron sus palabras, presencia y oraciones los que me dieron sorbos de alivio y la fuerza justa para permanecer de pié.

Poco antes de su despedida final, en el día del Padre, lo busqué para darle un abrazo casi por formalidad, pero nadie abrazaba como él y en ese instante el abrazo se volvió un gesto de amor y gratitud mutua. Mi Padre siempre se emocionaba con el abrazo de un hijo y sus ojos se humedecían con esa emoción.

Creo que voy a sentir ese abrazo por siempre, el último abrazo de mi Padre, su piel tibia y un poco envejecida pero ese garbo invariable, firme y solemne aun en la muestra de afecto.

Agradezco desde el fondo de mi corazón, a la vida, a la Divina Madre, por concederme la gracia de haber tenido ese Padre, un hombre cabal, justo y noble que nunca vivió para si mismo y encontró la felicidad en ello. Te honraré Padre haciendo lo que me enseñaste: viviendo con rectitud, cultivando las buenas relaciones y dándome a los demás.

Hasta siempre PAPÁ.

Tal vez es cuestión de Carácter

En ocasiones observo cómo las personas a mi alrededor sufren y se lamentan por los problemas sociales y económicos principalmente. También he percibido que voces de cambio se elevan y resuenan osadas y hasta desafiantes, precisamente ante una realidad que asfixia a muchos.

Muy a pesar de esta efervecencia siento que ese cambio se encuentra lejos, a una distancia más interior que exterior, más en la experiencia que en el tiempo, y ello por una simple comparación, tal vez burda, pero muy válida a mi parecer.

Y es que hay un viejo y trillado discurso referido a que no puede transformarse una sociedad si no se transforma el individuo. 

¿Pero dónde está la comparación?, pues en que las sociedades que se han transformado de manera efectiva han sido algo así como la suma de las transformaciones de sus individuos, o al menos de sus muchos líderes, de los que generlamente conocemos al más sobresaliente, digamos: Martin Luther King, Gandhi, Nelson Mandela... ¿Barack Obama?. Esto es solo por citar algunos conocidos.

En general, líderes que no conocen el trecho entre el dicho y el hecho, que no dubitan a la hora de actuar, que la adversidad es su guía y consejera y cuya palabra empeñada es verdadera ley y compromiso.

Tal vez deberíamos pensar en ellos cuando el carácter no nos alcanza para resistir la dificultad cotidiana, la tentación por el mínimo esfuerzo, quizás ni siquiera el semáforo en rojo.

No conozco testimonio alguno de transformación en la que no haya mediado el sacrificio, el trabajo denodado, la fidelidad con la palabra empeñada, la intransigencia en el respeto a los demás, la firmeza para no negociar principios... ¡podríamos enumerar tanto más!. Pero hay algo que boga por encima y que focaliza mi atención: el CARÁCTER.

Esa suerte de coraza que reviste a las virtudes de un ser que tiene un propósito con rango de anhelo en la vida.

Pienso que la vida "blanda" en general, tiende a debilitar al ser humano y finalmente, cuando la subsistencia del cuerpo no se ve amenazada, a pesar de la pobreza o privaciones de orden material, parece que tendemos a amodorrarnos y a perder la coraza que debería cubrir a nuestras virtudes.

Distancias Perfectas

Seguro que existe un modo de preservar una relación, por difícil que sea. Y es que muchas veces el fervor de los primeros momentos compartidos, de las amenas conversaciones de amigos o de románticos momentos entre enamorados, nos dispara en vertiginosa aproximación mutua.

Todos imaginamos el final de una imparable aproximación, no importa lo emocionante del trayecto, la llegada será un impacto de consecuencias impredecibles.

Pero existen amistades de toda la vida, romaces enganchados a la eternidad. ¿Cuál es la diferencia?. Parece que ellos supieron cuando "parar", cuando detenerse en esa aproximación y generar el intersticio ideal entre ambos. La distancia perfecta en la que uno otorga el espacio al otro para que pueda desplegar sus alas, o tal vez danzar y entregar todo de sí a su manera.